viernes, 1 de mayo de 2020

SUSPIROS... SIN MONÓXIDO DE CARBONO



No es casualidad que el COVID-19 se haya "originado" y expandido desde uno de los países más contaminados del mundo: China. Es un dato relevante que no se puede pasar por alto. Y así lo han investigado científicos de todo el planeta. En esta entrada de blog quiero compartir contigo un breve resumen de lo que se sabe acerca de esa llamativa relación entre la pandemia del COVID-19 y la contaminación ambiental.

Imagen satélite del descenso de la contaminación europea (midiendo la concentración de dióxido de nitrógeno NO2).


RESPIRAR EN UNA GRAN CIUDAD
Siempre le cuento a mis alumnos y alumnas de 3º ESO algo muy sorprendente que me sucede cuando viajo a Londres: la mucosidad que aparece en mis pañuelos, tras limpiarme la nariz, es de color negruzca! Signo evidente de la mala calidad del aire que respiran día tras día, año tras año, las personas que viven en las grandes urbes. Y esto es bien conocido para el personal médico de los hospitales de esas ciudades, e igualmente para los gobiernos que, aún sabiendo las limitaciones de contaminación establecidas por la Organización Mundial de la Salud, siguen sin priorizar la calidad del aire como una necesidad real de la población.

Imagen del descenso de la contaminación (NO2) en España, sólo después de 2 semanas de confinamiento.

CORONAVIRUS Y CONTAMINACIÓN.
"La alta contaminación hace más letal al coronavirus" publicaba un estudio de la Universidad de Harvard,en este mes de abril de 2020. En las grandes ciudades, que tienen mayor contaminación proveniente del tráfico y de los edificios, el virus se contagia en una mayor proporción y produce más muertes que en lugares menos, pues las personas que respiran este aire de mala calidad, generan problemas respiratorios y cardiovasculares en su día a día. Cuando el organismo de estas personas es invadido por el COVID-19, sus pulmones ya castigados por la contaminación, sufren con mayor intensidad la infección potenciada por los problemas respiratorios .



La comunidad científica de Italia ha vinculado, también, la alta mortalidad en el norte de este país (12%) con la elevada contaminación que sufren estas zonas industrializadas, con respecto al resto de territorio italiano (5%), según han estudiado en la Universidad de Siena.

Y en España, ya es oficial que la elevada tasa de fallecimientos de Madrid está vinculada a la mala calidad del aire, según informa la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. Los gases contaminantes liberan unas sustancias (citoquinas) iguales a las que desencadena el coronavirus, de manera que los pacientes de estas zonas, cuando se contagian, se produce una "tormenta inflamatoria".

RESPIRAR O MORIR
¿Sabes que cuando inspiras recibes algo más que oxígeno, verdad? El humo de los coches, los atascos de tráfico, los vuelos de los aviones durante las 24 horas, las calefacciones y aires acondicionados... Entre los gases más tóxicos que generan nuestras actividades diarias están el monóxido de carbono y los óxidos de nitrógeno que nos acompañan al trabajo, al supermercado, de paseo por la ciudad... Y nos permitimos respirar todo eso, y además, ¡fumar!
¿De verdad quieres respirar?...

Granada es una de las 5 zonas más contaminadas de España, como se aprecia en esta fotografía del ABC Andalucía. 


SIN AVIONES EN EL CIELO... PERO CON AGUA EN EL SUELO
Las estaciones meteorológicas de Almería han registrado, durante el primer mes de confinamiento, el triple de lluvia que en este mismo periodo el año pasado y el anterior, según anunciaba el Diario de Almería. Y no sólo en el sureste peninsular, también Barcelona ha batido récord ¡el abril más lluvioso de sus 107 años de registros meteorológicos! Los datos nos invitan a reflexionar.



LÁGRIMAS... CON MONÓXIDO DE CARBONO
España está de luto... El mundo está de luto. Y me cabe pensar que si hubiésemos escuchado las advertencias que lanza la comunidad científica en todas sus disciplinas, los grupos ecologistas, la red de Ecoescuelas mundial... Tal vez hubiese habido otro escenario algo distinto. Porque la vida de muchas personas está pagando con creces el deseo desordenado de crecimiento económico sin sostenibilidad ambiental.

Y SUSPIROS... SIN MONÓXIDO DE CARBONO
Durante las 2 primeras semanas de confinamiento, los niveles de contaminación ambiental han caído en España una media de 55%. Lo cierto es que, tras 8 semanas, habrá que ver hasta qué punto se ha limpiado la atmósfera en nuestro país, y en el resto del mundo.
En estos largos días, hemos suspirado desde nuestras ventanas, recordando en el mejor de los casos, la vida que llevamos normalmente, y en el peor, a los familiares que no hayamos podido despedir con digna sepultura...



Pero ¿de verdad queremos volver a estar como antes? Mi mayor miedo es que pase la pandemia y no hayamos aprendido nada. Ese es mi miedo real cada día que me despierto.
Por todos los que se han ido, por todos los que sufren, debemos tener una verdadera "resurrección de la Humanidad" basándonos en estos puntos: el desarrollo sostenible que no comprometa los recursos naturales de ahora con los de mañana, en las energías limpias y renovables (solar, eólica, hidráulica...) y en una mayor conciencia global de nuestro impacto diario, de nuestro consumo diario de electricidad, alimentos, bienes materiales... Y como no, en nuestro ritmo de vida hiperacelerado, que no nos permite tener tiempo con nuestros seres queridos, tan frágiles como este precioso planeta.


Las energías renovables, dibujadas por el alumnado del colegio-ecoescuela Ave María Casa Madre (Granada)



WEBS DE REFERENCIA:



1 comentario:

  1. Me ha gustado la publicación: no se hace larga y es clara y directa. Muy bien.

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