miércoles, 8 de abril de 2020

REFLEXIONES DESDE CASA... CON CONCIENCIA DEL MUNDO

Empezamos una Semana Santa peculiar, como cuarta semana de confinamiento. En estos días, hemos intentado funcionar de la forma más parecida a nuestra rutina diaria, con el objetivo de avanzar en medio de un caos inusual y totalmente atípico en nuestras vidas. 
Aún en el centro de la tormenta, hay una visión positiva de este parón mundial: un respiro para nuestro planeta. La Tierra lleva enferma varias décadas y conforme pasan los años, cada vez empeora ¡estamos en emergencia climática! Y los colegios también lo sabemos. 

CLIMATE EMERGENCY
Este término se repite en Google miles y millones de veces, pero no genera acciones globales significativas a nivel gubernamental. Solo ahora que nos afecta visiblemente hemos hecho lo impensable para frenar esta horrible pandemia. Y ahora sí estamos dispuestos a cambiar nuestras vidas para frenar el avance del COVID-19. Esto me permite decir que la Humanidad sí está en condiciones de cambiar la forma de vida y sobre todo, la forma de tratar nuestro planeta y sus recursos. Las iniciativas individuales y colectivas van dando fruto, pero los gobiernos deben sumarse con sus herramientas y leyes mucho más potentes. 


SIN ESTELAS EN EL CIELO
Desde el 15 marzo de 2020 el espacio aéreo se ha ido desintoxicando del queroseno de los aviones. Según Flightracker 24, la aplicación sueca que muestra el tráfico aéreo mundial durante las 24 horas, ya a finales de marzo se había reducido en un 55% a nivel mundial.
En esa misma semana se daba como dato en los informativos de televisión española TVE una reducción significativa de los vuelos europeos, en comparación con el mismo día del año anterior, quedando sólo un 10% de los vuelos en España que cruzan el espacio aéreo para carga, repatriación y mantenimiento (según la Secretaria General de Transportes y Movilidad, Mª José Rallo, en rueda de prensa el lunes 6 de abril de 2020). 

Cerrar los aeropuertos ha sido una medida muy aplaudida y eficaz contra la expansión del coronavirus. Y el tiempo dirá si vamos a querer recuperar ese frenesí de aviones avanzando por las autopistas en el cielo, contaminando las 24 horas del día, pudiendo usar otros medios de transporte menos agresivos con nuestro aparato respiratorio, como el tren, el barco o el autobús. 


REFLEXIONES EN CASA... CON CONCIENCIA DEL MUNDO
"Quédate en casa" nos dice el gobierno, el personal sanitario y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Nuestra obediencia nos salva y ayuda a frenar la expansión de la pandemia. Y es estando en casa cuando podemos reflexionar y tomar decisiones para el presente y para el futuro. Ya hemos visto que estamos cambiando el mundo, permitiéndole un respiro a nuestro planeta. Ni Greta Thunberg en sus mejores sueños hubiese imaginado una atmósfera tan limpia como estos días...
Debemos recapacitar sobre el regreso a la vida diaria, ni tan estática como ahora, ni con la vorágine de antes. Y te animo a comprometerte con el planeta Tierra, nuestra casa que está ardiendo, como decía la joven activista sueca "Our house is on fire!
  • Mis desplazamientos diarios no pueden volver a ser iguales: el coche contamina mi ciudad, me impide caminar y mejorar mi salud cardiovascular. Voy a seleccionar otras alternativas: andar, bicicleta, autobús de línea...
  • Mi horario de cada día tendrá un momento para cuidar mi jardín, un pequeño huerto o simplemente unas macetas en mi ventana, que contribuyan a equilibrar mi huella de carbono.
  • Mis vacaciones tendrán un destino asequible por tierra, voy a usar el tren para desplazarme en largas distancias, tan cómodo y rápido como un avión, pues siempre olvidamos las horas de traslado y espera en el aeropuerto. Así, rebajaré mi huella de carbono y disfrutaré de un medio de transporte cómodo y más sostenible con el planeta.
  • Y cuando mi economía me lo permita, voy a señalar como prioritario el cambio progresivo a las energías renovables, tanto en mi casa como en el trabajo, donde puedo promover la necesidad de acabar con los combustibles fósiles para mirar al futuro con corazón verde.
Este vídeo resume la idea que venimos trabajando desde nuestro colegio para dar una respuesta a la emergencia climática. Lo hemos grabado en casa, durante este periodo de confinamiento, para un montaje del profesorado de nuestra Ecoescuela Ave María Casa Madre, de Granada.

 
Y para finalizar, te dejo un pequeño vídeo titulado "Un Año en la Naturaleza".









8 comentarios:

  1. Buen y completísima entrada. Enhorabuena Aida.
    Un abrazo.

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    1. Muchas gracias a ti, Ana, por enseñarme a hacer un blog. Me has mostrado una herramienta fabulosa en estos tiempos difíciles.
      ¡Gracias por tu comentario!

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  2. Gracias el post y por las recomendaciones! también en mi caso añadiría hacer mejor uso de la comida que compramos, aprovechando todo y haciendo el mínimo desperdicio. Un abrazo

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  3. Me parece un apunte genial! Los recursos alimentarios implican muchos aspectos, no solo económico, sino también medioambiental. Y qué decir del trabajo tan importante que supone para nuestra sociedad el cultivo de alimentos, pues ahora, durante la pandemia, el sector de la agricultura ha cobrado la importancia que tiene! Espero que también lo vean cobrado en sus salarios. Hemos de recordar que justo antes del confinamiento, este sector estaba en plenas movilizaciones.
    ¡Gracias por tu comentario tan acertado, Estela!

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  4. Es una entrada de categoría.
    Un artículo interesante lleno de información importante para todos.
    Gracias por tu blog!

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  5. La verdad es que con este confinamiento nos hemos dado cuenta el daño que le hacemos a la naturaleza y a los animales, en Almeria los delfines nadan tan a gusto y así el resto del planeta;sin polución. Esto sirve para que reflexionemos. Gracias

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    1. Almería es una provincia con una riqueza biológica increíble! Mi familia y yo hemos conocido la biodiversidad marina que había en los años 90 y posteriormente aprendí las plantas endémicas de Cabo de Gata. ¡Soy una enamorada de tu tierra! No te pierdas la próxima entrada porque hablaré de Almería... Gracias por tu comentario!

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